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La comunidad evangélica de Sevilla se sumó a las manifestaciones en contra de la reforma de la ley del aborto que se
celebró el pasado domingo en la ciudad. Allí se reunieron algo más de un millar de personas, donde se coreó el
contundente «no al aborto, sí a la vida».
Un grupo de pastores y líderes evangélicos de la ciudad apoyaron la convocatoria y animaron a los creyentes
evangélicos a unirse a la manifestación convocada por la organización Derecho a vivir (DAV-HazteOir.org), en contra del
proyecto de ley de plazos para el aborto que promueve el Gobierno de España.
En el comunicado, se sugería que los evangélicos se identificasen «por medio de pancartas en defensa de la vida de los
no nacidos, en contra del aborto en general y de la ley de plazos, así como de que las niñas de 16 años puedan abortar
sin que lo sepan sus padres».
La concentración se realizó en la Plaza Nueva de Sevilla, que fue invadida por cientos de personas, entre los que se
encontraban también muchos niños. Había entre los asistentes un gran número de consignas, pancartas y pegatinas
con lemas como «Quiero ser lince», «No existe el derecho a matar» y otras alusivas al rechazo al aborto.
Entre los oradores que intervinieron en el acto, el catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Sevilla
Francisco José Contreras aseguró que «el Gobierno quiere que la cultura de la muerte sea hegemónica».
Contreras añadió que «aunque el Gobierno está acostumbrado a ganar las batallas culturales, esta batalla la puede
perder» y afirmó que el Gobierno «está nervioso» porque más de un millar de científicos han firmado un manifiesto que
sostiene que el embrión es «un ser humano que sólo difiere de nosotros en el tamaño».
Los convocantes de la concentración emitieron un comunicado en el que señalan que «si esta sociedad es capaz de
mirar hacia otro lado frente a la matanza de 120.000 críos es que está enferma».
Salvador Guijo Pérez
